El Martes Santo en Sevilla es una jornada de contrastes, donde el recogimiento más solemne convive con la alegría y el esplendor de las hermandades de capa. En esta tarde única, las calles hispalenses se llenan de túnicas de distintos colores, marcando la identidad de cada cofradía que recorre la ciudad camino a la Carrera Oficial. Las hermandades de negro y silencio, como Los Javieres, Los Estudiantes y Santa Cruz, aportan la sobriedad característica de la jornada, mientras que cofradías como El Cerro, San Benito y San Esteban, con sus túnicas y capas, ofrecen una estampa más luminosa y dinámica. Destacan también las inconfundibles túnicas blancas de La Candelaria y el Dulce Nombre, que añaden un toque de elegancia y distinción. El Cerro del Águila, la hermandad que más metros recorre en este día, abre el Martes Santo en la Carrera Oficial con un recorrido extenso y de gran devoción popular. Además, la jornada se caracteriza por la presencia de cinco crucificados en sus pasos procesionales, los de El Cerro, San Benito, Los Javieres, Los Estudiantes y Santa Cruz, reflejando el profundo carácter penitencial de la jornada. A esto se suman los imponentes misterios de San Benito y el Dulce Nombre, obras del maestro Antonio Castillo Lastrucci, que siguen cautivando a generaciones con su inigualable belleza. El Martes Santo es una de las jornadas más esperadas de la Semana Santa de Sevilla, donde el fervor, la tradición y la devoción llenan cada rincón de la ciudad en un espectáculo único e irrepetible.